La cooperativa booooo, cuyas integrantes realizan proyectos de sensibilización para la trasformación social en torno a igualdad y prevención de violencia de género, ha desarrollado dos campañas muy interesantes Inspiradas en nuestros informes del Observatorio Noctámbul@s.
La primera campaña se titula «FELICES FIESTAS ¿para tod@s?«, surge de un taller de creatividad y empoderamiento (#CreandoJuntas) y es una estrategia de prevención de la Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de Alcalá de Henares (Madrid). Como explican en su web: La fiesta y el ocio nocturno son espacios de disfrute y celebración donde a la vez asumimos que no es un espacio seguro para las chicas y mujeres, que hay chicos y hombres que van a ser invasivos o abusivos y que eso es “normal”. La fiesta y el ocio nocturno son espacios donde se normaliza el acoso hacia las mujeres como algo inevitable, así mismo se culpabiliza a las mujeres de las situaciones de abuso, al ponerse en riesgo. Socialmente ponemos el foco en que ellas se han de cuidar, medir su forma de actuar, evitar situaciones de riesgo. Mientras libramos de la responsabilidad al acosador, no le penalizamos, no reaccionamos ante situaciones que ocurren frente a nuestros propios ojos. Normalizamos actitudes invasivas, de abuso, entendiendo que es una conducta normal en los hombres, quitándoles cualquier responsabilidad, en fin, legitimando la violencia, haciéndola impune.
La segunda campaña, enmarcada en las actividades del 25 de noviembre de 2016 organizadas por la Concejalía de la Mujer del Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz (Madrid), se denomina «NO SIN MI SÍ«. En su web cuentan: La base teórica para diseñar las actuaciones de la campaña, se ha fundamentado en el Informe Noctámbul@s: Observatorio cualitativo sobre la relación entre el consumo de drogas y los abusos sexuales en espacios de ocio nocturno. Uno de los hallazgos principales es cómo las chicas están asumiendo un falso empoderamiento que neutraliza la prevención y/o reacción ante situaciones de abuso. En primer lugar, este falso empoderamiento versa en que se sienten libres para “poder hacer lo que quieran”, mientras asumen como normal e inevitable que hay riesgos que como “chicas” han de asumir. Esta contradicción naturaliza abusos y agresiones, al entenderse como consecuencias previsibles de ejercer la libertar: caminar o salir “sola”, tomar alcohol o drogas, o irse con un chico desconocido. En segundo lugar, asumen ser responsables de la violencia que han recibido, al ejercer “conductas de riesgo” no apropiadas por ser mujeres, mientras que son conductas que en los chicos se consideran “conductas normales”. Teniendo como consecuencia la culpabilización hacia las mujeres víctimas de agresiones. En tercer lugar, al culpabilizar y poner el foco de atención en la mujer, se niega la agencia de los abusadores, entendiendo que es una conducta normal, quitándoles cualquier responsabilidad, en fin, legitimando el abuso y la violencia, haciéndola impune».
Nos resulta interesante y gratificante que el proyecto se expanda, inspire estrategias preventivas y de sensibilización y acción colectiva para erradicar los abusos sexuales en los contextos de ocio nocturno.
¡Gracias, compañeras!