Cada día se denuncian tres violaciones en España, muchas pasan durante las noches de fiesta y bajo la influencia del alcohol.
Eva Rodríguez (Artículo original en catalán en Catalunya informació)
04/05/2017
Traducción: Observatorio Noctámbul@s
Cada año, se denuncian en España aproximadamente unas 1.000 violaciones y el 85% de las víctimas son niñas o mujeres. De estas violaciones el 95% pasan en el ámbito del ocio nocturno y con el alcohol por medio.
La percepción social del ocio nocturno hace que muchas de estas agresiones sexuales queden invisibilizadas o impunes. Ya sea porque la víctima se siente responsable, por haber bebido, o porque no se presenta denuncia. Ya que estas sólo se hace en poco más del 10% de los casos.
Campañas, como esta del cantante, compositor y actor Curricé en Youtube, quieren poner freno a las agresiones sexuales. Pero, para los expertos, muchas campañas demasiado a menudo todavía se centran en mostrar a la mujer como víctima y no en poner el acento a culpabilizar al agresor. Un hecho que podría estar justificado por|para la visión que actualmente tiene la sociedad de la violencia sexual.
♦ Tres de cada diez víctimas de violación aseguran haber perdido la consciencia antes
Uno de cada cuatro europeos justifica las relaciones sexuales forzadas cuando la mujer se viste con ropa provocativa, haya accedido a marcharse con el agresor o bien vaya drogada o bebida. Y precisamente el alcohol sigue estando detrás de la mayoría de las agresiones sexuales, sobre todo en el contexto del ocio nocturno, donde, además, las víctimas, por el hecho de haber bebido voluntariamente, se sienten en parte culpables. Lo explica Otger Amatller que es coordinador de proyectos de prevención de la Fundación Salud y Comunidad.
«Con los chicos sirve que es como un atenuante ‘Iba Borracho, no sabía qué se hacía’. Con las chicas nos sirve para culpabilizarlas. En este sentido, la causa real no es tanto el consumo de sustancias en sí — que tiene una importancia — sino esta desigualdad, este sexismo que existe todavía a la sociedad.»
Aunque se habla mucho, los casos de sumisión química de la víctima, con sustancias como la «burundanga«, es muy baja, y, para los expertos, el hecho de que se haya sobredimensionado este tipo de agresión sexual hace que se minimicen los otros, y recuerdan que todas las formas y canales de la violencia sexual son igual de graves. Por eso reclaman que nadie mire hacia el otro lado. Ana Burgos es de la coordinadora del Observatorio Noctámbulas.
«Es superimportante la implicación de toda la sociedad, de todos los agentes implicados en el ocio nocturno, desde la educación en las escuelas, educación preventiva para hacer un ‘ligoteo‘ sano y para unas dinámicas de género más justas, hasta el ‘segurata’ de la discoteca de turno, que esté formado y no permita estas violencias.»
Agresiones como la de los pasados Sanfermines han servido para visualizar esta problemática y para empujar a otros ayuntamientos a hacer campañas preventivas y de atención a las mujeres agredidas.
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Os dejamos el vídeo de la noticia en TV3 (aquí el informativo completo – partir del minuto 24′ 50″) :