En 1999 se puso en marcha el Proyecto MALVA, con el apoyo de la Comisión Europea (Programa Daphne), como un proyecto de prevención y sensibilización que pretendía evidenciar la vinculación altamente prevalente entre la violencia en la pareja y el abuso de alcohol y otras drogas. Actualmente se ha convertido en una línea de trabajo especializada de la Fundación Salud y Comunidad, donde confluyen todas las intervenciones que vinculen la perspectiva de género y las drogodependencias, con especial atención a la violencia.
En los datos que se derivan de la intervención en los servicios de drogodependencias aparecen −con una incidencia significativa− varones en tratamiento por dependencia al alcohol en los que se detectan comportamientos violentos dirigidos a sus parejas. También encontramos mujeres con problemas de abuso de drogas que son o han sido víctimas de violencia.
En la práctica de la intervención en servicios con víctimas de violencia, también encontramos situaciones que relacionan ambas problemáticas: las mujeres narran que sus agresores mantienen o han mantenido un consumo abusivo de alcohol u otras drogas, y también encontramos situaciones en las que ellas tienen consumos abusivos o dependencia.
El Proyecto Malva se ha convertido, a día de hoy, en una línea de trabajo especializada de la Fundación Salud y Comunidad, donde confluyen todas las intervenciones que vinculen la perspectiva de género y las drogodependencias; con especial atención a la violencia. Son objetivo de esta línea de trabajo desde las políticas en materia de drogodependencias hasta las normativas o actividades de intervención de los servicios. De hecho, nuestra entidad ha identificado necesidades importantes en el campo de la prevención primaria, de la detección precoz y de las estrategias de intervención para la reducción de daños causados por el abuso de alcohol y otras sustancias, en lo que respecta a la violencia de género en la pareja y expareja.
Hay, a escala general, una necesidad de mayor coordinación y planes de acción conjuntos entre los servicios de tratamiento de drogodependencias, los servicios de atención a las mujeres en situación de violencia en la pareja y expareja y los servicios de atención a infancia y adolescencia, así como desde los diferentes ámbitos de intervención (salud, policía, servicios sociales). Un avance importante se da cuando los colectivos profesionales de estos servicios y dispositivos cuentan con sensibilidad y formación en la materia. Es por ello que el programa Malva tiene entre sus objetivos principales contribuir a aumentar esta conciencia y sensibilidad sobre la relación de ambos fenómenos en los colectivos profesionales relacionados con la violencia de género y con los problemas derivados del abuso del alcohol y otras sustancias, así como de la sociedad en general. También propone estrategias de actuación conjuntas entre los distintos ámbitos institucionales y profesionales implicados.
Siguiendo nuestra experiencia, no se trataría de ver qué fue primero o qué es lo más importante, sino de intervenir con una visión global en la interrelación de ambas problemáticas desde una perspectiva de género.
A la par, es necesario un cambio estructural de los programas y tratamientos en general, con una implicación de la Administración en el impulso de nuevos programas con ópticas de atención integral, no sectorizada o segmentada, estableciendo la perspectiva de género de forma transversal como herramienta de análisis de la realidad, diseño, evaluación, etc., y no como “tema” o punto aparte de la intervención y proyectos.
Dentro de esta línea de intervención a través del Malva, la Fundación Salud y Comunidad ha puesto en marcha en 2013 el Espai Ariadna, un programa de atención integral a mujeres (y sus hijos/as, si los tuvieran) en situación pasada o presente de violencia, y con consumo abusivo de sustancias y/o dependencia (en activo o en el pasado), ofreciendo así un espacio de confluencia entre las distintas redes.
En los espacios de formación a equipos de atención de ambas redes que desarrolla el Malva, los y las profesionales suelen expresar su preocupación ante lo que perciben como complejidad y dificultades en la intervención en un recurso de las características del Espai Ariadna. Sin embargo, desde Fundación Salud y Comunidad tenemos claro que sólo así lograremos los cambios necesarios para una mejor intervención.